jueves, 19 de febrero de 2009

Nada de perder toda esperanza

En vista de que muchos de los niños de uno de mis grupos de 1º de la E.S.O. eran repetidores que no querían padecer de nuevo la lectura de La Zapatera Prodigiosa, sustituí esta por Yerma. Resultado: les encantó; más todavía cuando orienté su interpretación final a posteriori, para atar algunos cabos sueltos que, como es lógico, restaban todavía.

Curioso. Tanto que nos quejamos de que no leen y resulta que, pese a todo, la calidad literaria se distingue, se aprecia y se disfruta desde el primer instante, por cualidades intrínsecas. Igual no deberíamos ser tan mojigatos con las obras seleccionadas. En 2º (de la E.S.O., también), hubo división de opiniones sobre Farenheit 451, pero un aplauso unánime por el momento para Pedro y el Capitán, de Mario Benedetti. Me costó mucho, ahora pienso que por prejuicios estúpidos en cuanto al argumento, sugerir esta lectura; me ayudó a decidirme comprobar que el 80% de los chavales ha jugado al Call of Duty y está más que familiarizado con su cruento arranque. Además, se trata de una obra sobre la dignidad humana, no acerca de la tortura, continuamente presente, aunque fuera de escena. Recomiendo este enlace para su estudio: http://www.ucm.es/info/especulo/numero39/espreso.html

Vale.

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