martes, 29 de diciembre de 2009
Skunk Anansie
Skunk Anansie es un grupo tremendo. Era, en realidad, porque se separaron en 2001. Encontré el CD cuando después de que me abrieran el coche y me robaran otros treinta que allí tenía, tuve que bajar algo de música. No he parado de oírlos otra vez desde entonces. La voz de Skin (alias de Deborah Dyer, esa impresionante mujer negra), me conmueve. Eso del terciopelo de la voz, aplicado a ella, tiene algún sentido. Más, sobre todo, cuando la envuelve la dureza de los instrumentos, siempre la justa.
El grupo ha sacado nuevo trabajo. Se trata de un recopilatorio de grandes éxitos del que no habría tenido noticia sin internet. Es obvio que no es un grupo para los 40 principales o Kiss FM. Espero que su presentación les lleve a una larga gira.
Dejo aquí dos muestras de youtube. La primera, es una de mis canciones preferidas. De las diez o doce, digo. Y también un consejo: eludid la versión en directo con Pavarotti.
"You'll Follow Me Down"
SURVIVED, TONIGHT
I MAY BE GOING DOWN
COS EVERYTHING GOES ROUND TOO
TIGHT, TONIGHT
AND AS YOU WATCH ME CRAWL
YOU STAND FOR MORE
AND YOUR PANIC STRICKEN
BLOOD WILL THICKEN UP, TONIGHT
COS I DON'T WANT YOU
TO FORGIVE ME
YOU'LL FOLLOW ME DOWN
YOU'LL FOLLOW ME DOWN
YOU'LL FOLLOW ME DOWN
SURVIVE, TONIGHT
I SEE YOUR HEAD'S EXPOSED
SO WE SHALL KILL
CONSTRUCTIVE MIGHT
S'RIGHT
AS YOUR EMOTIONS FOOL YOU
MY STRONG WILL RULE
I WON'T FEEL RESTRAINT
WATCHING YOU CLOSE SENSE DOWN
I CAN'T COMPENSATE
THAT'S MORE THAN I'VE GOT TO GIVE
Seeping through my open seams
Im stained all over
You pretend weve started again
Waiting for me to say when
But I say purple
[Chorus]
She wont go
Where I
I would go for you
Id curse my heart
For you
Silence makes a girl talk fast
Speeding but Im gonna crash
And burn for loves sake
Duty keeps a lover loyal
(But) is it really worth the spoils
When I dream purple
lunes, 28 de diciembre de 2009
Gervasio Sánchez
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Con esta foto obtuvo con anterioridad otro premio, el Ortega y Gasset de Fotografía. Aunque corre por internet, no está de más dejar aquí el discurso que el fotógrafo pronunció al aceptarlo el 7 de mayo de 2008. En el acto estaban presentes la Vicepresidenta del Gobierno, varias ministras y ministros, exministros del Partido Popular, la Presidenta de la Comunidad de Madrid, el Alcalde de Madrid, el Presidente del Senado y centenares de personas.
Estimados miembros del jurado, señoras y señores:
Es para mí un gran honor recibir el Premio Ortega y Gasset de Fotografía convocado por El País, diario donde publiqué mis fotos iniciáticas de América Latina en la década de los ochenta y mis mejores trabajos realizados en diferentes conflictos del mundo durante la década de los noventa, muy especialmente las fotografías que tomé durante el cerco de Sarajevo. ….
Quiero dar las gracias a los responsables de Heraldo de Aragón, del Magazine de La Vanguardia y la Cadena Ser por respetar siempre mi trabajo como periodista y permitir que los protagonistas de mis historias, tantas veces seres humanos extraviados en los desaguaderos de la historia, tengan un espacio donde llorar y gritar.
No quiero olvidar a las organizaciones humanitarias Intermon Oxfam, Manos Unidas y Médicos Sin Fronteras, la compañía DKV SEGUROS y a mi editor Leopoldo Blume por apoyarme sin fisuras en los últimos doce años y permitir que el proyecto Vidas Minadas al que pertenece la fotografía premiada tenga vida propia y un largo recorrido que puede durar décadas.
Señoras y señores, aunque sólo tengo un hijo natural, Diego Sánchez, puedo decir que como Martín Luther King, el gran soñador afroamericano asesinado hace 40 años, también tengo otros cuatro hijos víctimas de las minas antipersonas: la mozambiqueña Sofia Elface Fumo, a la que ustedes han conocido junto a su hija Alia en la imagen premiada, que concentra todo el dolor de las víctimas, pero también la belleza de la vida y, sobre todo, la incansable lucha por la supervivencia y la dignidad de las víctimas, el camboyano Sokheurm Man, el bosnio Adis Smajic y la pequeña colombiana Mónica Paola Ojeda, que se quedó ciega tras ser víctima de una explosión a los ocho años.
Sí, son mis cuatro hijos adoptivos a los que he visto al borde de la muerte, he visto llorar, gritar de dolor, crecer, enamorarse, tener hijos, llegar a la universidad. Les aseguro que no hay nada más bello en el mundo que ver a una víctima de la guerra perseguir la felicidad.
Es verdad que la guerra funde nuestras mentes y nos roba los sueños, como se dice en la película Cuentos de la luna pálida de Kenji Mizoguchi.
Es verdad que las armas que circulan por los campos de batalla suelen fabricarse en países desarrollados como el nuestro, que fue un gran exportador de minas en el pasado y que hoy dedica muy poco esfuerzo a la ayuda a las víctimas de la minas y al desminado.
Es verdad que todos los gobiernos españoles desde el inicio de la transición encabezados por los presidentes Adolfo Suarez, Leopoldo Calvo Sotelo, Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero permitieron y permiten las ventas de armas españolas a países con conflictos internos o guerras abiertas.
Es verdad que en la anterior legislatura se ha duplicado la venta de armas españolas al mismo tiempo que el presidente incidía en su mensaje contra la guerra y que hoy fabriquemos cuatro tipos distintos de bombas de racimo cuyo comportamiento en el terreno es similar al de las minas antipersonas.
Es verdad que me siento escandalizado cada vez que me topo con armas españolas en los olvidados campos de batalla del tercer mundo y que me avergüenzo de mis representantes políticos.
Pero como Martin Luther King me quiero negar a creer que el banco de la justicia está en quiebra, y como él, yo también tengo un sueño: que, por fin, un presidente de un gobierno español tenga las agallas suficientes para poner fin al silencioso mercadeo de armas que convierte a nuestro país, nos guste o no, en un exportador de la muerte.
Muchas gracias.
Un paréntesis: Acerca de "barrendero"
"Acerca de barrendero"
La dificultad de segmentación que presenta el término "barrendero" no ofrece lugar a dudas. No existe en castellano una presunta raíz *barrend-. Si consultamos el DRAE, hallaremos barrer, barredero, barredura, barredor e, inexplicablemente, barrendero.
La existencia de la secuencia -nd-, hace pensar en la eventual procedencia de la voz de un participio de futuro pasivo, lo cual introduce la dificultad de explicar el cambio semántico acaecido, así como su independencia de la raíz primigenia que parece haber dado amparo a los restantes términos de su familia.
Por otra parte, la tendencia de la nasal hacia la síncopa, en el caso de admitir que la totalidad de estas palabras tienen origen en el participio referido, no parece tan acentuada (salvo en algunos casos, como el prefijo trans-) como su inclinación a la epéntesis. La nasal, en efecto, puede cambiar (rencilla > reñir; cfr. Varela, 1996), pero no suele perderse, sino todo lo contrario, como puede observarse en los siguientes ejemplos (tomados de notas personales en cursos de Ramón Lodares, RIP):
MATTIANA > manzana
MACULA > mancha
La inserción de la nasal podría deberse en estos casos a un fenómeno de asimilación progresiva y refuerzo consonántico.
Volvamos al principio: Barrer procede del latín: VERRERE (la segunda E, breve, aunque no puedo marcarlo) > barrer (con el cambio disimilativo de la primera vocal). Sería lógico suponer que para el profesional encargado de realizar esta actividad, en el momento en que surge la necesidad de creación lingüística, se gestara una formación como: Barrer > *Barrero (cfr. profesional dedicado a barrer). No obstante, tal derivación colisiona con la palabra barrero (i.e. "alfarero"), que se debe desenvolver en contextos sintácticos idénticos a los de la mala formación anterior. Ello da lugar a la interposición de una dental, suerte de interfijo, como rasgo fonológico pertinente para la distinción de ambos derivados, suscitando un caso análogo al de panadera <> Barre(d)ero
Con todo, la distinción no resulta suficiente por la debilidad de la dental sonora intervocálica (fricativa en la pronunciación relajada), por su tendencia a caer. No hay más que observar la pronunciación de los participios en nuestros días. No es óbice, sin embargo, para la existencia de barredero, pues su categoría gramatical es distinta, motivo por el que no entra en conflicto.
Así pues, la necesidad de la lengua de un término adecuado para designar la profesión del que barre, pervive. No resulta suficiente barredor, que se refiere a cualquier persona que realice la actividad de barrer y que pertenece, asimismo, a la categoría de adjetivo. Para solucionar la cuestión diferenciando netamente los dos vocablos en disputa, se produce una epéntesis de nasal. No es una banalidad que se trate justamente de este sonido. En la secuencia fónica, la nasal que precede a la dental sonora (fricativa entre vocales) oclusiviza a esta última. Así se obtiene una formación más estable, capaz de distinguirse nítidamente de barrero, respondiendo a las necesidades expresivas consignadas.
En conclusión, el término barrendero procede, conforme a esta hipótesis, por derivación de barrer, a través de dos epéntesis sucesivas que refuerzan, consonánticamente, una distinción pertinente desde el punto de vista fonológico.
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Varios libros con comentarios pendientes
Sin más dilación:
Dejé escrito un comentario justo pero incompleto de la colección de cuentos de Piglia, quizá el mejor escritor vivo en lengua castellana, titulada La invasión. Desde entonces, he querido corregir esa opinión con la más acorde a lo que pienso: Desde el relato "Mata-Hari 55", el libro gana mucho. Lamentablemente, no puedo por virtud de la memoria, hacer referencia a cada uno de los cuentos que lo siguen. Recomiendo su lectura, en todo caso.
Un compañero y amigo me sugirió tres lecturas. De ellas, dos me han defraudado, dentro de un orden, y la tercera ha colmado y superado cualquier expectativa. Hablaré aquí de las dos primeras: Se trata de El maestro y margarita, de Mijaíl Bulgákov y de La línea negra, de Jean-Christophe Grange. Este último es autor de Los ríos de color púrpura, acción de la que vi la peli y me gustó, con una buena interpretación de Jean Reno. Por lo visto, se ocupó incluso del guión. La historia de Reverdi, que tiene tintes cinematográficos, qué duda cabe, es poco más que una curiosa novela negra. He leído tantas de niño que difícilmente me sorprenden y le vi el plumero, pero se lee bien. La primera se me presentó como una disparatada aventura de un demonio juguetón, y eso es. No me hizo demasiada gracia, a pesar de que la avalara también la muchacha de la librería donde la compré. En fin, puede que se trate de un defecto congénito de tantos que tengo.
Vale.
Unos meses amordazado
Es año de oposiciones, de manera que leo menos por afición y gusto y más por obligación. Sin duda, se notará en el blog. Incluso en el tono. Espero que jugarme el puesto no me inquiete tanto como para resultar un plomo.
Hale, empezamos.